Teniendo en cuenta que la mayoría de nosotros, en promedio, pasamos hasta un 90 % de nuestro tiempo en espacios de interior, no recibimos la suficiente luz natural. Por lo tanto, en cualquier oficina es esencial contar con niveles de iluminación adecuados en todo el espacio para mayor bienestar de cualquier persona que trabaje en él, puesto que a menudo se carece de iluminación natural.
La luz nos afecta de manera muy diferente a lo largo del día.
Al realizar las diversas tareas habituales en una oficina, ya sea en el escritorio, en las salas de reunión o en cualquier otro lugar de la misma, la falta de luz natural tiene como consecuencia el sobreesfuerzo ocular y, sin los niveles de iluminación adecuados, tensará sin querer los músculos de sus ojos. Esto puede provocar dolores de cabeza y hacer que encuentre difícil concentrarse en las tareas que está realizando y, con ello, se reduzca su productividad. Con el paso del tiempo, es posible incluso que perjudique su visión debido al sobreesfuerzo prolongado de los ojos.
Ginnerup Architects: NJP Table, VL45 Pendant, Panthella MINI, Ripls
Durante el día, el intervalo más amplio de nuestro tiempo en las oficinas, nos sentimos más activos que por la madrugada, la tarde o la noche. Por ese motivo, tendemos a utilizar intensidades de luz más elevadas y frías que en nuestros hogares. Durante el verano, estas intensidades se perciben como más bajas que en invierno, época en la que a menudo se prefieren temperaturas de color más cálidas. La luz diurna es la única variable, es decir, el único factor, que provoca esta diferencia percibida.
En el futuro, la planificación de la luz (y de la oscuridad) se tomará aún más en serio que en nuestros días, ya que la iluminación es uno de los aspectos más importantes del diseño de edificios y debería formar parte del proceso desde el inicio. El sector está orientando su rumbo a la iluminación centrada en las personas, y tenemos a nuestra disposición la investigación de la industria comercial.